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domingo, 6 de junio de 2010

Piedra, Papel o Tijera

Las ventas abajo aproximadamente 40%. El dólar no se sabe, no hay. Si se sabe, no se dice. El que tiene productos se pregunta cómo ajustar los precios, no se sabe, no se puede. Si se puede, no se debe. Y el que ya casi no tiene, se pregunta si encontrará a quien comprarle cuando decida. Cada quién conoce su historia.


Si el local es alquilado, el miedo al aumento. Tampoco se puede, pero viene. Si el local es propio, las cuentas de cuánto vale o en cuanto se alquilaría, contra los números en rojo de hace ya un par de meses.

Piedra, Papel o Tijera, ese juego difícil que cada día enfrentamos los comercios. Piedra, Papel o Tijera, también una idea para seguir jugando.

-Caracas; 02 de junio de 2010.- “Crea y Comparte” la tienda especializada en regalos didácticos, divertidos y no tradicionales, ubicada en el Centro Plaza de Los Palos Grandes, informó que a partir de próximo martes 8 y hasta el sábado 19 de Junio, realizará una serie de encuentros y actividades especiales bajo el nombre de “Piedra, Papel o Tijera”

Ese texto encabeza la nota de prensa que Haz Comunicaciones ha enviado esta semana a los periodistas de la ciudad.

Se concentraron esfuerzos para brindarle a toda la gama de clientes de “Crea y Comparte” no sólo información útil, sino también una serie de actividades prácticas para los niños, padres, clientes frecuentes y docentes de los colegios cercanos.

La página web repotenciada, la tienda ordenada y 6 actividades gratuitas en torno a la estimulación del aprendizaje. La escritora Elizabeth Tepper presentará su libro “Colores para Ti” e invitará a los niños a escribir un cuento sobre los colores. El día 10 estará la poeta Beatriz Calcaño, quien conducirá una actividad para introducir a los niños en el mundo de la poesía. Miércoles 16 habrá un encuentro con técnicas de yoga y meditación para niños guiado por la profesora Marjorie Bratt.

Para el jueves 17, está previsto realizar la actividad “Del Árbol al Juguete” bajo la conducción de la Escuela Técnica de Carpintería de la Colonia Tovar. Finalmente, para cerrar, el 18 de junio se realizará un taller musical con la prestigiosa profesora e investigadora Annelly Keller, quien impartirá algunos conceptos básicos a los niños para ofrecerles experiencias lúdicas asociadas a la música.

Piedra, Papel o Tijera, sigamos jugando!

martes, 18 de mayo de 2010

Ilusiòn de Abundancia

Diciembre es increíble, no para de entrar gente, se llevan 3 y 4 regalos, ¡hasta repiten y se llevan de a 2 y de a 3!. Quieren envolverlos, no tenemos aún quien lo haga, ni nos gusta mucho a las que estamos, pero con la adrenalina de ver la tienda llena ni nos percatamos del esfuerzo y no paramos de escoger entre los papeles, cortar, poner la calcomanía y la cinta. ¡Con cada regalo que entregamos, sabemos que alguien más sabrá de nosotros!.


Pero diciembre da paso a los primeros meses del año. Enero, increíblemente, conserva cierta inercia y magia decembrina y no nos va mal. Las ventas se sostienen por un par de semanas más, quizás sea por el Día de Reyes, o algunos olvidadizos. Pero poco antes de que Enero y los meses por venir comiencen a dormirse, llegan las facturas, de varias páginas, de montos respetables, tan exuberantes como la temporada que pasa.

Ya por marzo, aun con facturas por cobrar, los vendedores necesitan sangre nueva, ofrecen toda clase de motivos para convencernos de comprar. El dólar está subiendo, este año si viene un aumento fuerte y pronto, los pedidos nuevos no se sabe cuándo se harán y luego las aduanas. El punto de ustedes es maravilloso, no saben cuanta gente que busca nuestros productos enviamos para acá, no pueden quedarse sin variedad. Pero de descuentos, acuerdos de pago u ofertas, de eso escuchamos poco.

¿Qué hacemos?. Se vendió muy bien, pero igual tenemos un montón de mercancía y de deudas. La cuenta tiene algo de dinero, más de lo usual. Sentimos cierta abundancia, pero algo nos dice que tengamos cuidado, algo intenta moderar la ilusión que ha dejado el abundante diciembre.

miércoles, 12 de mayo de 2010

A 12 COTILLONES DE SER MI PROPIO JEFE


Si, soy mi propio jefe. Salgo del gimnasio a las 9:30, ahora puedo elegir la hora que quiera para hacer ejercicio, tomar un café, poner mis reuniones, ir o no a trabajar en la mañana o en la tarde.


Camino del gimnasio a casa con una amiga, ninguna de las dos tiene planes particulares, o al menos eso creía hasta cuando me entro un mensaje al celular recordándome que a las 10 nos veíamos en mi tienda, para escoger los 12 cotillones como habíamos quedado. Terror por un instante, queee? Miro el reloj, faltan poco menos de 20 minutos!. Si, ahora recordaba, debía venir preparada a quedarme, la llave!!, traigo la llave de la tienda? No abrimos hasta las 11 am y no hay quien me abra la puerta… Estoy cerca, a menos de 1 cuadra de la tienda, caminando, pero a 4 cuadras de la llave, de mi casa.

Mi tienda es en realidad una librería infantil, la llamo tienda porque tiene de todo, montones de cuentos de todos los temas y editoriales infantiles que encuentro, juegos didácticos tradicionales en madera, juegos de mesa y montones de cosas para hacer manualidades, plastilinas, masa flexible, tijeras, colores, marcadores, todo de mil colores, en cestas y cubos para explorar y elegir. En un sentido amplio, es una tienda de regalos para niños pero concebida bajo la idea de estimular el aprendizaje a través de la lectura, del juego y las manualidades.

Vengo sudada, vestida en mono, no tengo plan para la mañana ni ganas de trabajar. Queria seguir caminando y conversando, hasta detenernos a desayunar un rato. En lugar de eso, me despido de mi amiga con cara de cambio de planes y sigo apuradísima a mi casa a buscar la llave.

Al llegar a la tienda, pocos minutos antes de la hora prevista, me encuentro con el aire mas caliente posible a esas horas de la mañana, el CC no ha encendido aun el aire, hay emergencia eléctrica, por eso no abrimos hasta las 11, a esa hora prenderán el aire, Enciendo el ventilador de torre último modelo q compre para cuando se va la luz. Sigue haciendo un calor insoportable.

Voy a revisar atrás, donde la tienda tiene un espacio para oficina, un closet lleno de mas cosas y el bano, también lleno de cosas… Quiero tener una idea clara de cuantas cosas hay de lo que me supongo puede gustarle a esta mama para sus cotillones. Me encuentro con una torre de pufs caída, cubierta de porta-cuentos de tela y otras cuantas cosas que ni siquiera se distinguen en la oscuridad, hay emergencia eléctrica, no puede encender todas las luces, el closet imposible de abrir.

Regreso y me encuentro con la mama en la puerta, lista para entrar y comenzar a explorar. Yo no estoy lista, quisiera dejarla afuera, hacer que no la he visto y seguir intentando establecer algún orden antes de que entre, pero no se puede, tenemos una cita, está afuera esperando. Abro resignada la puerta, saludo con el mejor ánimo que encuentro y le explico del calor, las luces y la emergencia eléctrica. Ella me escucha por educación pero no me mira, mira a su alrededor, comienza a tocar, a buscar sin coherencia, mira libros, se cambia a las manualidades, suelta unos marcadores y revisa los juegos, mientras sigue mirando a todas partes, esta como en trance, lo quiere ver todo a la vez, no parece importarle el calor, no se preocupa por la falta de luz.

Mientras ella explora yo vuelvo atrás, tengo que poder abrir el closet, en poco rato se decide por algo que tengo que ir a buscar allí a ver cuántos tengo y yo con el closet tapiado, como se lo voy a explicar? Muevo la torre, se me caen las cosas al piso y como están en bolsas de celofán para que no se ensucien y se vean mas ordenadas, hacen un ruido estrepitoso. La clienta no se inmuta, habla sola, le encanta la tienda, todo está bellísimo, no sabe que escoger porque hay tantas cosas que pueden gustarle a los amiguitos de su bebe…

Logro reorganizar la torre caída, abren las puertas del closet. Me sigo preguntando como es posible que el sábado, que es un día tranquilo, no hayan ordenado las muchachas ni la torre de puf y cosas, ni mucho menos el closet por dentro. Justo entonces, escucho que la puerta de la tienda se abre, suenan las campanitas que cuelgan de la manilla para avisar. Es Lisbeth, llega unos minutos antes de las 11, no suficientes para limpiar y prepararse para abrir, pero llega; y es Lunes, es probable que deba contentarme por eso.

La clienta sigue, casi no se percata de Lisbeth, las presento y aunque tengo mil cosas que decirle a Lisbeth, solo le sonrío y le doy un beso y continúo atendiendo a la clienta. Le cuento a Lisbeth lo que necesita, ella es maestra, puede ayudarnos a encontrar algo educativo acorde a las edades, además de bonito y divertido.

Finalmente se decide y se va contenta con sus cotillones seleccionados, paga y queda en venir a buscarlos la mañana siguiente. Quedamos Lisbeth y yo. Siempre la misma sensación, la tienda repleta y siento que podría haber pedido más de esto, algo de aquello, podría haber tenido un aire portátil, ofrecerle un té. La mente no para de pensar en “podrìas”, pero en realidad, podría no haber hecho nada y seguir trabajando para alguien, con un sueldo seguro, un escritorio ordenado y mi computadora último modelo. Crea y Comparte no existiría, al menos no mi Crea y Comparte, es una tienda preciosa, es mi proyecto, es única porque cada día se me ocurre o deja de ocurrir a mí.

sábado, 8 de mayo de 2010